Una clásica escena de cualquier película, sin importar nacionalidad, director, actor ni cualquier otra cosa, es cuando el actor A llega a la casa del actor B.
A golpea la puerta, llamando a B, pronunciando su nombre; pero B nunca abre y al tercer o cuarto llamado a la puerta, esta se abre automáticamente para dejar ingresar al actor A.
CASOS: se puede dar en películas de suspenso, donde el actor A trae consigo una pistola y obviamente sospecha al abrirse la puerta. La desenfunda e ingresa en posición S.W.A.T.
Y en las de terror, siempre queda uno solo de todos los que fueron a la casa en el bosque y, al morir, el mounstro, un segundo antes de los títulos, da un pequeño signo de vida.
NOTA: Esto sirve para continuar lucrando y realizar la parte dos, tres o cuatro.
