Te espero siempre, mi amor. Es hora de que deje ese maldito mensaje, si es que me encuentras. Me llamo Séneca, mis ojos son rojos, trabajo por un mundo mejor y con menos belleza. La oscuridad es buena consejera, a veces, te picás una minita, pensando que está re buena, en un boliche oscuro y, al salir, es madrugada, y el día te muestra tu amarga conquista.