He llegado a una conclusión. Que te hagan un gol de penal duele menos que un gol de jugada. Esto se explica porque cuando se cobra el penal, transcurre un tiempo bastante considerable, entre protestas, hinchas colgados del alambrado, el arquero que agarra la pelota, el árbitro que controla para que no invadan el área, le da indicaciones al arquero para que no se adelante, acomoda a los mil fotógrafos tras el arco, saca a los alcanza pelotas que hacen movimientos con sus brazos para desconcentrar al pateador al mejor estilo NBA, el arquero que le habla al que va a patear, se va lentamente al arco, el que va a patear acomoda la pelota veinte veces y, cuando empieza a tomar carrera, el arquero se adelanta señalando el balón al grito de “esta mal puesta”, el arbitro que viene a poner orden, a todo esto, dos pillos defensores que metieron medio botín en el área, el árbitro amonesta al arquero, un hincha rebelde está colgado del alambrado, pero del lado de adentro de la cancha, el arbitro le pide a la policía que lo saque, vienen dos sargentos de mas de cien kilos y no de músculo, lo corren, el hincha que trepa y se mete a la tribuna otra vez, generando la risa de todos. Él árbitro amonesta a uno de los que metió el botín y se vienen nuevas protestas ya que se pierde el partido que viene, salta el emblema del equipo, pidiendo explicaciones, exhibiendo la cinta de capitán, los del equipo contrario protestan también porque quieren ejecutar el penal, en eso, se mete un perro a la cancha, perseguido por los sargentos, los elude maradonianamente, hasta que finalmente es atrapado por el utilero del club, el arbitro consigue poner orden, pero nota que el arco esta tapado de rollos de papel, los alcanza pelotas los sacan meticulosamente. A todo esto, hay un nuevo detalle, desaparece la pelota, pasan largos segundos hasta que la recuperan del banco de suplentes posible víctima de gol. El tipo toma carrera…
A todo esto, uno ya tubo tiempo de procesar la idea de un posible gol. Esto “aliviana” un poco el dolor.
Peor es cuando viene ese córner, ese centro bombeado, ese lío en el área, ese tiro libre picante. Cuando la gente pone cara de ardor, esperando algo que puede suceder o no. Algunos se tapan la cara, otros ni miran, cierran los ojos o se dan vuelta, rezan veinte ave Maria. El corazón late a mil, los ojos se humedecen de tanto aguantar, hasta que de golpe, te la clavan. ¡Eso si que es doloroso!.